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sábado, noviembre 26, 2011

Si pudiera...

Esta entrada fue escrita el 4 de febrero de este año,  y no fue publicada por alguna razón que ya no recuerdo. Hoy, en plena sequía de textos en Stranger Than Fiction, decido ir al armario donde tengo todas esas entradas nunca terminadas o nunca publicadas. Aquí la primera de muchas en venir:






Si pudiera entender tus ojos cuando los veo de cerquita.
Si pudiera hacerme el loco en lugar de morirme de celos, nena, si tan solo pudiera.
Si pudiera hacerte olvidar todo eso que guardas con tanto celo en el pecho.
Si pudiera tomarte de la mano. 
Si pudiera saber que un día amecerás junto a mí y ése día seras feliz.
Si pudiera certificar nuestra felicidad, por lo menos, un par de años.


Pero nada puedo y nada podre, amor, si tú no dejas de jugar de esa manera en la que lo haces.
Nada podré hacer cuando llores y no sepa yo porque. 
Nada podré hacer si los celos me invaden ante tus arranques de prejuicios.
Nada podré hacer, nena, si no me hablas con la verdad. Porque a mi no me engañas, aquí la verdad esta perdida y tú eres responsable de eso. Lo sabes.


Espero, que llegue ese día en el que leas esto y te des cuenta de lo mucho que me pesas.
De lo mucho que te quiero y de lo poco que puedo hacer.
Espero, niña, que cuando leas esto no sea tarde...

miércoles, noviembre 23, 2011

Boliche y sueños.

¿Te acuerdas, nena, de aquella vez que fuimos al boliche?
Apenas lo recuerdo, no estoy seguro de qué paso aquel día.
Creo que salimos temprano de la escuela, en ese entonces  íbamos a la prepa, ¿te acuerdas?. Fue un martes si mal no recuerdo. No tuvimos la penultima clase y entonces decidimos "saltarnos" la última clase con tal de ir a jugar boliche.
La idea fue tuya, niña, tenias tantas ganas de ir, siempre querias ir al boliche y yo nunca te complacía el gusto . Pero ése día, sin planear nada de antemano, todo salió como si tú lo hubieras planeado a detalle.
Apenas salimos de la prepa y corrimos a toda prisa a alcanzar la ruta que nos llevo al boliche, el día era caluroso y, como siempre, no había ni una nube en el cielo.
Bajamos a dos cuadras de la plaza donde estaba el boliche, compramos cigarros y fumamos afuera antes de entrar, porque ya desde ese entonces estaba prohibido fumar en lugares cerrados. Fumamos, nos reímos, nos besamos, incluso cantamos como dos locos a la entrada del boliche. Al final, después de 6 cigarros, infinidad de besos, abrazos, mordidas, caricias y un par de canciones decidimos entrar a jugar boliche. 
Para esto ya eran más de las 6, porque el cielo era morado; era más morado que azul y el sol aun pintaba de rojo las orillas del horizonte. Sí, así fue, fue una tarde de otoño ahora que me acuerdo.
Jugamos y jugamos, más besos vinieron, me aplaste un dedo con una bola de boliche, te reíste a más no poder, te caíste intentando el famoso tiro de Pedro Picapiedra (ése en el que camina de puntitas y que por cierto a mí sí me salió), comimos nachos y me manchaste de queso la playera, saltamos, extendimos los brazos tratando de alcanzar el techo, corrimos por todo el lugar como niños chiquitos, rayamos una bola de boliche con el marcador que siempre llevaba conmigo, comimos más nachos y tomamos un par de sodas. Fuimos felices toda la tarde, nena. 
Fuimos los dos sin nadie más. 
¡Espera! ¿fuimos felices? ¿cuándo paso esto? 
¡Espera!... creo que sólo fue un sueño. Sí. Ya lo recuerdo, tan solo fue un sueño. Estúpido sueño, ¿por qué desperte?

martes, noviembre 22, 2011

Carta de del futuro a el día de hoy.

Gracias por haberme dejado de tal manera, en serio te lo agradezco.
Gracias por haber hecho de mi mundo tu persona para después dejarme de tal manera...
Tal vez, no lo comprendas ahora, presente, pero ella te hizo un gran favor.
Mira a tu al rededor, mira a tus amigos, mira a tu familia..
Sin el descaro de ella, esto no sería posible, sin su cinismo mal llevado a esta realidad, el presente, no sería posible. 
Esas noches que pasaste fuera con tus amigos no existirían.
Esas nuevas sonrisa y alegrias, cigarros compartidos y cervezas a medio llenar serían polvo que nunca levanto.
Esa imagen del mundo, de tu mundo y del resto de los demás sería solo una imagen borrosa, porque todo hubiera sido de ella y por ella. 
Gracias, futuro por hacerme darme cuenta de esto. 
Gracias presente por ser mi presente.
Gracias a ti, por dejarme...
GRACIAS. 

miércoles, noviembre 16, 2011

El hombre de Vitruvio y el destino.

Pues así comenzamos con "EL PROYECTO".
 Y sí, ya sé...eso no es una foto y seguro que piensan que nada tiene que ver conmigo, pero...
Hoy utilize está imagen para crear el boceto de una campaña publicitaria y después de analizarla poquito, me quedo con un par de "reflexiones" (no mames, que ya en este blog vamos a empezar a hablar de reflexiones) que me hicieron pensar.
El hombre de Vitruvio es un dibujo de Da Vinci, que representa de manera clara lo que el arquitecto Vitruvio escribió acerca de las proporciones del cuerpo humano hace ya mucho tiempo en la antigua Roma. 
Desde siempre, como humanos, hemos tratado de definir  de alguna manera todo lo que nos rodea, incluso la vida misma. Hay quienes, ingenuamente, llaman a las proporciones de la vida: "destino". Pero siendo sinceros: una excepción confirma una regla.
Para el hombre de Vitruvio, lamentablemente, existimos muchos humanos amorfos y para el destino también existimos muchos humanos necios y aferrados. 
 ¡ A   l a   go m a  c o n   el   d e s t in o !

martes, noviembre 15, 2011

Nuevo Proyecto.

En vista de que mis ideas se han ido extinguiendo me he dado a la tarea de comenzar un nuevo proyecto para seguir escribiendo y hacerlo todos los días.
El proyecto es sencillo. Tomaré una foto de algo que hice en el día..una foto de mis amigos, de mi comida, de la calle, del sol, de la tierra, de lo que sea. No importa. Y de esa foto escribiré algo...también, lo que sea.
El ejercicio es sencillo y al final...me ayudara en dos cosas: en mi memoria y en mi escritura. 
Nos lemos mañana, cuando comience.